martes, 22 de noviembre de 2016

Cómo contarle que no tiene papá

Las madres solteras por elección, además de los miedos e inseguridades "prácticas", también tenemos otros encajados en lo sentimental, y quizás son los más difíciles de disipar y aclarar. El mayor de ellos, es el relacionado con su origen. ¿Cómo se lo cuento? ¿Cómo le digo que no tiene padre? ¿A qué edad? ¿Se sentirá un niño extraño?

Quiero pensar que la sociedad da pasos de gigante en la aceptación de los distintos modelos de familia. De hecho, en muchos colegios ya no se celebra el Día del Padre o Madre y lo llaman el Día de la Familia; idea que me parece estupenda y animo a todos los colegios que lo hagan. Quizás en unos años lo extraño sea la familia tradicional con todos sus miembros bajo el mismo techo...

Hay estudios contrastados que afirman que los niños deenta familias monoparles no tienen ninguna dificultad añadida en su vida diaria, ni en el colegio ni de sociabilización.. En realidad, el tipo de familia no influye en ésto, lo que de verdad influye en el niño es la seguridad o inseguridad que le aporta su hogar; da igual cuántas personas lo formen y de qué sexo sean.
¿De qué sirve vivir en una familia tradicional si lo que escucha día tras día es como sus padres se hablan a gritos, por ejemplo?

En el caso de las madres solteras, la mejor estrategia a seguir es no tener ninguna estrategia; es decir, afrontarlo con naturalidad. Si la madre tiene algún complejo por haber llegado a serlo con semen de donante, traspasará a su hijo esa inseguridad. Sé que es muy fácil decirlo y no tanto llevarlo a cabo; por eso es importante que la mujer que está en plena etapa de toma de decisión tenga claro que su familia será tan normal como cualquier otra. Es la primera que tiene que aceptarlo como lo que es, una familia como cualquier otra dentro de la diversidad.

A partir de ahí, lo demás debería salir solo....o eso espero...que me salga solo.

Imagino que las primeras inquietudes sobre la existencia de su padre vendrán cuando el niño oiga a su alrededor que otros niños llaman papá al suyo...supongo que rondando los 3 años. Antes de esa edad, no creo que sirva para mucho hablar del tema, más allá de la naturalidad comentada.

Afrontar una conversación sobre el tema no debe ser ni más ni menos difícil que la que deban afrontar las parejas heterosexuales, cambiando la semillita de papá por la semillita de un señor muy bueno que decide repartirla para que otras chicas puedan ser mamás.

"Mamá tenía muchas ganas de tenerte pero como no tenía pareja fue a un médico, y con unas semillitas que un día un señor compartió, se hizo un tratamiento para que nacieras"

Normalizar y hacerle entender con naturalidad, adecuándose a su edad, el proceso de donación y embarazo.

Explicarle que hay familias donde hay dos mamás, dos papás, mamá y papá, etc, así como mamás y papás que viven en casas diferentes (padres separados)...que cada familia es distinta y ninguna es mejor que otra.

Hay algunos libros infantiles que hablan sobre ésto, como "Cloe quiere ser mamá". Puesto que querré inculcar a mi hijo mi pasión por la lectura, seguro que ésta será una de mis adquisiciones para empezar (si todo va bien, claro). Un poco de ayuda a modo de cuento vendrá muy bien para fortalecer la idea. Estos libros hablan a los niños de los distintos modelos de familia que existen hoy en día...un buen recurso para inculcar los valores de tolerancia y libertad mediante la lectura.          



El problema quizás será cubrirle esa necesidad que pueda tener, durante una temporada, de llamar "papá" a alguien. Si le da por llamar "papá" a alguna figura masculina de su entorno, ignoro si es mejor sacarle de su error o ignorarlo y dejar pasar esa temporada. ¿Qué opináis?
Y es que no somos las madres las únicas que debemos tratar el tema con naturalidad.

Creo que si este tema no queda bien cerrado e interiorizado a edad temprana, la época de la adolescencia puede ser más difícil.

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